Cinco consejos para alcanzar tus sueños y metas

¿Te ha pasado que, en estos días, te sientes agotada o agotado mentalmente y no sabes qué hacer para superar ese sentimiento de desánimo al levantarte por las mañanas? ¿O quizás te sientas motivada o motivado, pero necesites algún tipo de apoyo para sentirte productiva o productivo?

El crecimiento personal ha sido un tema muy tratado en el último año. Debido al encierro causado por los últimos eventos, muchos de nuestros sueños y metas se han visto pausados hasta nuevo aviso. 

En ese sentido, ¿cuáles actividades se pueden incluir en nuestra rutina diaria para seguir trabajando en tus sueños o, por lo menos, salir de la monotonía?

Rosario Aróstegui, consultora, profesora y coach certificada y acompañante enfocada al tema de educación vocacional, nos cuenta algunos consejos para poder lograr esos sueños y esas metas propuestas.

1. Define tus metas

Las metas dicen hacia dónde encaminarse. Aróstegui utilizó una frase del cuento de Alicia en el país de las Maravillas “cualquier camino te lleva cuando no sabes a dónde vas”. Dicen que cuando no tienes a dónde ir, ya llegaste.

Empieza por definir claramente dónde quieres estar dentro de un año. ¿Te ves más activa o activo físicamente?¿Emprendiendo algún negocio, quizás? ¿Dedicándole más tiempo a la lectura? ¿Aprendiendo a cocinar?

Escribe, con punto y coma, la persona que quieres ser dentro de uno, tres y cinco años. Fíjate en lo que tienen en común: esas son tus metas a largo plazo. 

2. Realiza un mapa de sueños

El mapa de sueños se puede definir como un recordatorio del por qué y para qué estás haciendo las cosas. Es bueno tener esos elementos que nos ayuden a recordarnos el por qué nosotros empezamos en una primera instancia.

Busca imágenes, fotografías y frases que se relacionen con la persona que quieres ser. Luego, puedes hacer un collage digital, o imprimirlas para tener el mapa en físico. 

Hacer esta ilustración, aparte de aclarar tus objetivos, te dará un tiempo a solas contigo. Prepara tu snack favorito, sírvete una bebida refrescante, pon un playlist de música que te guste... ¡Disfrútalo! 

 3. Clarifica tus sueños

Rosario Aróstegui hace énfasis en los objetivos SMART, u objetivos inteligentes: específicos, medibles, alcanzables, realistas y atadas a un tiempo.

Piensa en objetivos claros. ¿Quieres hacer más actividad física? Encuentra una que te guste y elige los días y las horas en que vas a practicarla. ¿Quieres leer más? Busca qué género prefieres y selecciona un libro corto para empezar. ¿Quieres comer más saludable? Empieza por hacer recetas fáciles y rápidas de platos que te gustaría probar.

 4. Establece objetivos a corto plazo

Ya que se tiene una meta clara, con nombre y apellido, divídela en tareas y ponle fecha de inicio y de finalización. Por ejemplo, en vez de decir “voy a hacer ejercicio”, puedes intentar con “saltaré la soga de lunes a viernes a las 5:00 p.m. por un mes”. Cuando alcances esa meta corta, proponte otra más para cumplir. De esta manera tienes un propósito y un tiempo para cumplirlo, evitando que se vuelva una rutina monótona y aburrida.

Es importante tener un patrón para alcanzar los objetivos, de hacer pequeñas acciones que van a llevar a un gran resultado.

Aróstegui comenta que los objetivos a largo plazo deben dividirse en varios objetivos a corto plazo, “¿Qué es lo que puedo hacer aquí y ahora con los recursos que tengo?”.

5.  Está bien volver a intentarlo.

¡No te presiones! Si algún paso de los que elegiste resulta que no te gusta tanto como pensabas, no pasa nada. Simplemente cámbialo por otro hasta que encuentres lo que te funcione y te haga sentir bien. 

“A veces las cosas no salen a la primera, que eso no quiere decir que no funciona, lo que pasa es que quizás la forma como lo intentaste no era la mejor forma” explica Rosario Aróstegui.

Recuerda que, aunque se cambie el proceso, la meta sigue siendo la misma. 

Hubo una razón por la cual tú tienes esa meta. Esa razón está ahí, y cuando tú te rindes es volver de nuevo hacia atrás y el sueño no te va a dejar tranquilo, y eventualmente vas a tener que volver al punto en que te quedaste. Piensa acerca del por qué:  por qué haces lo que haces, qué es lo que quieres lograr; y yo creo que cuando nosotros encontramos ese por qué, entonces el para qué y el cómo fluyen también.